RITA HAYWORTH (1918-1987)

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RITA HAYWORTH

INTRODUCCION:

Saludos a todos, soy Roberto Martín y hoy quiero hacer un homenaje a una de las artistas más importantes en la historia del cine. Rita Hayworth es, al menos para mi, un icono y una de las más bellas actrices de Hollywood, con películas como «La dama de Shangai«, «Salome«, «Sangre y arena» o la inolvidable «Gilda«. Espero que este artículo donde repasamos su vida y obra sea de vuestro agrado. Muy pronto volveremos a publicar más biografías de estos actores y actrices que cambiaron nuestras vidas.

BIOGRAFÍA

Rita Hayworth (nombre real Margarita Carmen Cansino) nació en Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos), el 17 de octubre de 1918. Sus padres también se dedicaban al mundo del espectáculo. Eduardo Cansino era un bailarín español que había llegado a suelo norteamericano en 1913; y Volga Haworth trabajó como corista para el empresario Florence Ziegfeld. Rita comenzó a destacarse en el mundo artístico bailando al lado de su padre.
Llegó a Hollywood en 1933 como integrante del Ballet Español y pudo empezar a rodar gracias a la ayuda del eminente compositor José Iturbi y a la influencia del diplomático español en Estados Unidos Lázaro Bartolomé y López de Queralta (conocido como Lázaro Bartolomé Queralt). A partir de 1935 participó como actriz en papeles secundarios, realizando numerosas películas de serie B en las que destacó sobre todo por sus dotes para el baile y su elegante apariencia. De esta etapa destaca la película Charlie Chan en Egipto (1937), de Louis King, película perteneciente a la saga dedicada al célebre detective oriental, en la que trabajó junto a Warner Oland, que interpretaba a Chan.
RITA HAYWORTH (1918-1987)
Fue su primer marido, Edward Judson, con quien se casó a los dieciocho años a pesar de la oposición de sus padres, quien la lanzó al estrellato, convirtiéndola en su mejor inversión personal.
Judson le consiguió un contrato con Columbia Pictures, una productora que necesitaba importantes estrellas y a la que la actriz acabaría situando entre las primeras productoras cinematográficas, reportando ingresos millonarios a la compañía sólo con su presencia. «Rita Hayworth es la Columbia«, dijo Frank Sinatra. Para entonces, Harry Cohn, magnate de la productora, se enamoró de ella. La presión y las disputas por este motivo entre la actriz y el productor darían mucho de qué hablar entre los profesionales de la industria, y él estuvo toda su vida obsesionado con ella, quien nunca respondió a sus pedidos de amor.
Su primer papel importante fue como actriz secundaria en la película: Only Angels Have Wings (1939), de Howard Hawks, que hizo que los críticos de cine comenzaran a fijarse en ella. Tenía una personalidad tímida y bondadosa, que contrastaba con su fuerza y ??enorme impacto en la pantalla. En esta película compartió cartel con Cary Grant, Jean Arthur y Thomas Mitchell. Luego rodó una comedia con Brian Aherne: Una dama cuestionable (1940), de Charles Vidor.
Rita con Cary Grant en «Only Angels Have Wings» (1939)
Hayworth entró triunfante tras esos éxitos en Twenty Century Fox (empresa que la había rechazado años antes), solicitada por el director Rouben Mamoulian, para interpretar a Doña Sol en la superproducción basada en la novela de Vicente Blasco Ibáñez, Sangre y arena (1941), junto con Tyrone Power y Linda Darnell. Esta película significó su lanzamiento como símbolo sexual, indiscutible durante toda una década. Su carrera la convirtió en una de las mayores estrellas de su tiempo y la actriz mejor pagada del momento.
Luego intervino en dos comedias musicales de amplio eco popular, junto a Fred Astaire: Desde aquel beso (1941), de Sidney Lamfield, y Bailando ha nacido el amor (1942), de William A. Seiter. Estos éxitos y su talento la llevaron a protagonizar un musical ya clásico, The Models (1944), de Charles Vidor, junto a Gene Kelly y Phil Silvers, una película innovadora en su día, siendo una de las primeras en trasladar números de baile de Living comedor a pie de calle.
En esa época también filmó The Strawberry Blonde (1941), de Raoul Walsh, junto a James Cagney y Olivia de Havilland; Mi mujer favorita (1942), de Irving Cummings, película biográfica con Victor Mature y Carole Landis; y Tonight and every night (1945), de Victor Saville, un musical que fluctúa entre la comedia y el drama en tono menor, junto a Lee Bowman y Janet Blair.
En 1946, protagonizó su película más legendaria y la que convertiría a Rita Hayworth en objeto de deseo del público masculino, “Gilda”, una película histórica dirigida por Charles Vidor y coprotagonizada por Glenn Ford, quien la abofeteó. Rita interpretó en esta película de manera sensual los temas “Put The Blame On Mame” y “Amado Mío”. Sin embargo, la voz que sonó no era la de Rita, sino la de Anita Ellis.

 

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Trailer «Gilda» (1946)
La película fue un escándalo, y en países como España fue considerada «seriamente peligrosa» por la Iglesia Católica, debido a la famosa escena musical donde se quita un guante. Esta película la hizo inmensamente famosa, al punto que su imagen fue colocada en la bomba atómica de prueba lanzada por Estados Unidos sobre las Islas Bikini en ese mismo 1946. Dado el carácter pacifista de la actriz, este hecho la indignó profundamente. Sin embargo, «Gilda» convirtió a Rita Hayworth en una de las más grandes divas de Hollywood de todos los tiempos, solo superada por Marilyn Monroe.
También provocó una expedición histérica a la Cordillera de los Andes para enterrar allí una copia de la película, para preservarla en caso de un desastre nuclear.
Este momento de fama internacional coincide también con una de sus crisis personales: su segundo matrimonio, con el afamado director Orson Welles, entra en crisis, y le dice a la prensa una frase que se haría célebre: «Todos los hombres que conozco se acuestan con Gilda, pero se levantan conmigo».
 
 Ambos, Orson Welles y Rita Hayworth, coincidirían en una de las películas magistrales del fenomenal director, «La dama de Shanghai» (1948). Welles, en pleno proceso de divorcio de Rita, tiñó su cabello de rubio y cortó su famosa melena rojiza.
Poster «The Lady from Shanghai» (1948)
Otros títulos destacados de su filmografía son Los amores de Carmen (1948) y La dama de Trinidad (1952), que no logró reeditar el éxito de Gilda, pese a repetir el dúo protagónico con Glenn Ford (para el escritor y cinéfilo Terenci Moix, Rita fue la mejor ‘Carmen‘ del cine); Salomé (1953), de William Dieterle, que recrea la historia bíblica, junto a Stewart Granger y Charles Laughton; The Beauty of the Pacific (1953), de Curtis Bernhardt, nueva versión de un clásico de William Somerset Maugham ya adaptado al cine en los años veinte; Pal Joey (1957), que fue su último musical y el único triunfo rotundo de la actriz ya en su madurez física e interpretativa, junto a Frank Sinatra y Kim Novak, que incluye un número que ha pasado a la historia del género; Hidden Fire (1957), de Robert Parrish, junto a Robert Mitchum y Jack Lemmon; y Separate Tables (1958), de Delbert Mann, junto a Burt Lancaster, Deborah Kerr, Wendy Hiller y David Niven.
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Escena de «Pal Joey» (1957)
Su quinto y último marido fue el productor James Hill, con quien se casó en 1958 y se separó en 1961.
A partir de la década de 1960, su carrera como actriz fue irregular a raíz de sentir los primeros efectos de la enfermedad de Alzheimer.
Sus títulos fueron pocos y no demasiado destacados, entre ellos «La trampa del dinero» (1966), película dirigida por Burt Kennedy con Glenn Ford nuevamente como coprotagonista, o «La ira de Dios» (1972), un western interpretado por Ralph Nelson protagonizada por Robert Mitchum.
Rita nunca fue nominada a los Oscar, pero asistió a la 36ª ceremonia de los Oscar para presentar el premio al Mejor Director en 1964, antes de que comenzara a tener problemas de memoria durante la siguiente década.
La enfermedad de Alzheimer finalmente la llevó a la muerte en Manhattan, Nueva York a la edad de 68 años el 14 de mayo de 1987. Está enterrada en el cementerio de Holy Cross, en Culver City, Los Ángeles (California).
Rita Hayworth en «Gilda», su papel más inmortal.

NOTA FINAL

Aquí os dejo 8 frases celebres que nos dejo Rita Hayworth y que reflejan claramente como era esta excepcional mujer y artista. Un abrazo de Roberto Martín.
– «Todo lo que quería era lo que todo el mundo quiere, ya sabes, ser amada»
 
– «Creo que todas las mujeres tienen cierta elegancia sobre ellas que se destruye cuando se quitan la ropa»
 
– «No he tenido todo de la vida. He tenido demasiado»
 
– «Sensible, tímida, por supuesto que sí. La diversión de actuar es volverse alguien más»
 
– «Todos los hombres que conocía se fueron a la cama con Gilda … y se despertaron conmigo»
– «He tenido mucha infelicidad en mi vida, y mucha felicidad. ¿Quién no?»
– «Siempre he sentido que uno de los secretos de la belleza real es la simplicidad»
– «Todos estamos atados a nuestro destino y no hay manera de liberarnos»
– «Cada vez más, las estrellas son reclutadas entre las filas de los modelos profesionales, con el resultado de que las estrellas de hoy están mejor vestidas y mejor preparadas que nunca, aunque es dudoso que sean mejores actrices»
** Toda la información cultural que aparece en este artículo se ha extraído de múltiples páginas de internet, libros e información personal del autor de dicho artículo.
 
 
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