MY FAIR LADY
Por Alfonso Torres Gallego
MY FAIR LADY (1964), de George Cukor. Con Audrey Hepburn, Rex Harrison, Stanley Holloway, Wilfrid Hyde-White, Gladys Cooper y Jeremy Brett.
La acción transcurre en la Inglaterra post victoriana de 1912, recién estrenado el reinado de Jorge V. En una tarde fría y lluviosa, a la salida del Covent Garden de Londres, Henry Higgins (Rex Harrison), prestigioso profesor de fonética, transcribe la dicción de habituales y transeúntes. Una florista llamada Eliza Doolittle (Audrey Hepburn), avisada por otro hombre, le acusa de ser policía y le deja en evidencia delante de todo el mundo.
Cuando intentan entender sus notas taquigráficas, Higgins revela su trabajo como profesor fonético y demuestra su habilidad para identificar exactamente el origen de una persona por su acento. A partir de ese momento, Higgins hace una apuesta con el coronel Pickering (Wilfrid Hyde-White): el profesor se compromete a instruir a Eliza en el arte de la pronunciación para convertirla en una dama en sólo seis meses y hacerla pasar por una aristócrata en la recepción de una embajada sin que nadie sospeche de su verdadera identidad para demostrar así su tesis sobre la diferencia de clases sociales que según él viene determinada por la forma de expresarse. La chica se instala en su casa pero a los pocos días acude el padre de la joven, Alfred (Stanley Holloway),un desempleado granujilla y bastante bebedor que intenta aprovecharse de esta nueva situación…
Adaptación cinematográfica del homónimo musical de Broadway de Alan Jay Lerner y Frederick Loewe, a su vez inspirado en la obra de teatro de George Bernard Shaw «Pigmalión«. Fue llevada al cine por primera vez en 1938 de manera muy brillante, codirigida por Anthony Asquith y Leslie Howard, siendo este último quien encarnó a Henry Higgins. Wendy Hiller interpretó a Eliza magnifícamente.
La adaptación musical (1956-1962) fue todo un éxito y llegando al récord de 2717 representaciones, siendo sus protagonistas Rex Harrison, Julie Andrews y Stanley Holloway. Para la adaptación cinematográfica Jack L. Warner quería un reparto repleto de estrellas del séptimo arte por lo que ofreció los papeles protagonistas masculinos a Cary Grant y James Cagney, pero ambos declinaron la oferta y aconsejaron al productor contar con Harrison y Holloway que tan exitosamente lo hicieron en el teatro.
Grant le llegó a decir a Warner: «No solo rechazo el papel. Es que si no escoges a Rex Harrison tampoco iré a ver la película ni a trabajar en tus estudios«, con lo que finalmente repitieron sus roles tanto Harrison como Holloway . Sin embargo Julie Andrews no tuvo la misma suerte y finalmente tras ofrecer el papel a actrices de la talla de Debbie Reynolds o Elizabeth Taylor fue Audrey Hepburn la elegida aunque tuvo que ser doblada en las canciones por la mezzosoprano Marni Nixon, «voz fantasma» de Hollywood, que también dobló a Natalie Wood en las canciones de «West Side Story» (1961) y a Deborah Kerr en las canciones de «El Rey y yo» (1956).
Rex Harrison repitió su éxito cantando en directo con un micrófono inalámbrico oculto en su corbata, algo que nunca se había hecho en cine y le dio un toque de ironía y mala leche a su personaje absolutamente genial. Audrey Hepburn realizó una magnífica interpretación sobre todo en la segunda parte de la película. De los secundarios resaltaron especialmente Stanley Holloway y la gran dama de la interpretación Gladys Cooper. Ambos fueron nominados en la categoría de mejores actores de reparto. La adaptación contó con la colaboración del músico André Previn. La puesta en escena resultó muy vistosa gracias al diseño de vestuario de Cecil Beaton (destacando los sombreros en la Gavota de Ascot) y la magnífica fotografía en Super Panavision 70 mm.
Sus célebres canciones ocuparon primeros puestos en listas de ventas, especialmente «On the street where you live» y «Get me to the church«, versionadas por cantantes de la talla de Frank Sinatra, Dean Martin o Plácido Domingo. La película arrasó en taquilla y por orden del productor fueron dobladas hasta las canciones en su distribución internacional para competir con Walt Disney y su «Mary Poppins» hasta en eso. Sin embargo en países como España tuvieron el buen criterio de estrenarla primero en versión original subtitulada. En Madrid concretamente fue en el cine Roxy-B no proyectándose doblada hasta un año después.
Fue justamente recompensada con 13 nominaciones a los Oscars de Hollywood llevándose 8 estatuillas: Mejor película, mejor actor (Rex Harrison), mejor director (George Cukor), mejor banda sonora adaptada (André Previn), mejor diseño de vestuario (Cecil Beaton), mejor fotografía en color (Harry Stradling), mejor sonido y mejor montaje. Curiosamente -ironías de la vida- el Oscar a la mejor actriz recayó en Julie Andrews por «Mary Poppins”. Disney quedó hechizado por ella cuando acudió al teatro a verla actuar en otro popular musical de Lerner y Loewe, «Camelot«, para cuya adaptación cinematográfica también fue descartada por el propio Jack L. Warner.
En definitiva «My Fair Lady» es un clásico mítico y un musical atípico pues gusta hasta a personas que no les gustan los musicales por estar tan integradas las canciones en el argumento y por esa manera tan especial de Rex Harrison de decir más que cantar las canciones.
Obra maestra de ese gran maestro en la dirección de actores que era George Cukor. Magnífica.
Reseña escrita y cedida por Alfonso Torres Gallego.
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