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El arte del billar y la redención: El legado inmortal de El buscavidas
Introducción
En la historia del cine, algunas películas trascienden su época y se convierten en verdaderas obras maestras. El buscavidas (The Hustler, 1961) es una de ellas. Dirigida por Robert Rossen y protagonizada por Paul Newman, Jackie Gleason, Piper Laurie y George C. Scott, esta película es un relato fascinante sobre la ambición, la autodestrucción y la búsqueda de la redención en el mundo del billar profesional.
A lo largo de las décadas, El buscavidas ha sido aclamada por su realismo, su profundidad psicológica y sus interpretaciones magistrales. En este artículo, exploraremos la historia, el impacto, las anécdotas del rodaje y algunas curiosidades sobre esta icónica película.
Argumento: Una historia de talento y tragedia
La película sigue la historia de «Fast» Eddie Felson (Paul Newman), un joven y talentoso jugador de billar que viaja por los Estados Unidos con su socio Charlie Burns (Myron McCormick), desafiando a los mejores jugadores en partidas de alto riesgo. Eddie está obsesionado con derrotar a Minnesota Fats (Jackie Gleason), el legendario jugador de billar, y demostrar que es el mejor.
Después de una larga y agotadora partida con Fats, Eddie pierde no solo el dinero sino también su confianza. En su camino, conoce a Sarah Packard (Piper Laurie), una mujer con problemas emocionales y alcohólicos, con quien inicia una relación. También cruza caminos con Bert Gordon (George C. Scott), un despiadado apostador que ve en Eddie un potencial para ganar grandes sumas de dinero, pero a costa de su dignidad y moral.
La historia de Eddie se convierte en un viaje de aprendizaje y redención, donde debe enfrentar sus propias debilidades para convertirse en algo más que un simple «buscavidas» del billar.
Producción: La construcción de un clásico
La película está basada en la novela The Hustler (1959) de Walter Tevis, un escritor que conocía bien el mundo del billar y los personajes que lo habitaban. Robert Rossen, quien ya había explorado el mundo de los juegos de azar en Cuerpo y alma (1947), vio en la historia de Eddie Felson una oportunidad para ahondar en temas como la ambición y la ética del éxito.
Paul Newman, que había logrado reconocimiento con Marcado por el odio (1956), se lanzó de lleno en la preparación para el papel. Para hacerlo, entrenó intensamente con Willie Mosconi, uno de los mejores jugadores de billar de la historia, quien también participó como asesor técnico de la película e hizo un breve cameo.
La atmósfera de la película se logró con una fotografía en blanco y negro magistralmente capturada por Eugen Schüfftan, lo que le dio un tono oscuro y sombrío, reflejando el mundo duro y sin concesiones del billar profesional.
Anécdotas del rodaje
1. Paul Newman y su entrenamiento intensivo
Paul Newman nunca había jugado al billar antes de esta película, pero su compromiso con el papel fue tal que entrenó durante semanas con Willie Mosconi. Al final, Newman logró ejecutar la mayoría de las jugadas sin dobles, aunque en las escenas más complicadas, Mosconi realizaba los tiros mientras la cámara se centraba en las expresiones de Newman.
2. El poder intimidante de Jackie Gleason
Jackie Gleason, además de ser un exitoso comediante y actor, era un excelente jugador de billar en la vida real. En la película, ejecutó todos sus tiros sin la ayuda de un doble. Su presencia en el set imponía respeto y, según relatos, Paul Newman quedó impresionado por su dominio del juego y su elegante manera de moverse en la mesa de billar.
3. La icónica escena de la caída de la copa
Una de las escenas más memorables es aquella en la que Eddie Felson, frustrado y borracho, deja caer su copa en el suelo. Esta escena no estaba en el guion y fue una improvisación de Newman, lo que le dio aún más autenticidad al momento.
4. George C. Scott y su desprecio por los Oscar
George C. Scott, quien interpretó al despiadado Bert Gordon, fue nominado al Oscar por su actuación en El buscavidas, pero rechazó la nominación porque no creía en la competencia en el arte. Años más tarde, haría lo mismo cuando ganó el Oscar por su interpretación en Patton (1970), convirtiéndose en uno de los pocos actores en la historia que rechazaron el premio.
Curiosidades sobre El buscavidas
1. Un legado que llevó a una secuela
Veinticinco años después, Paul Newman retomó su papel como Eddie Felson en El color del dinero (1986), dirigida por Martin Scorsese y coprotagonizada por Tom Cruise. En esta película, Eddie ya es un jugador retirado que se convierte en mentor de un joven talento. Este papel finalmente le otorgó a Newman su tan esperado Oscar al Mejor Actor.
2. Inspiración en jugadores reales
El personaje de Minnesota Fats no existía en la novela original, pero fue agregado en la película y se basó en el famoso jugador de billar Rudolf «Minnesota Fats» Wanderone. Curiosamente, Wanderone adoptó el apodo después del éxito de la película, aprovechando la fama del personaje.
3. Un impacto en el mundo del billar
Después del estreno de El buscavidas, el billar vivió un resurgimiento en popularidad en los Estados Unidos. Muchos jóvenes se interesaron en el juego, y los bares y salas de billar experimentaron un aumento en la clientela.
4. Una escena inicial eliminada
Originalmente, la película iba a empezar con una escena que mostraba a Eddie Felson en un juego previo, donde se establecía mejor su astucia como estafador. Sin embargo, Rossen decidió eliminarla para centrarse directamente en su duelo con Minnesota Fats y aumentar la tensión desde el principio.
Recepción y legado
El buscavidas fue un gran éxito de crítica y público. Recibió nueve nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor para Paul Newman. Aunque solo ganó en dos categorías (Mejor Dirección de Arte y Mejor Fotografía), su impacto ha perdurado a lo largo del tiempo.
La película es un estudio profundo sobre la psicología de la competencia, la autodestrucción y la lucha interna por la identidad y la redención. Su influencia se ha visto reflejada en numerosas películas y series que han tratado el mundo del juego y la apuesta como una metáfora de la vida misma.
Conclusión
Más de seis décadas después de su estreno, El buscavidas sigue siendo una obra maestra del cine. Su atmósfera sombría, sus personajes complejos y sus inolvidables actuaciones la han convertido en un clásico atemporal. Es una película que no solo habla del mundo del billar, sino de las decisiones que definen el destino de una persona.
Para los amantes del cine y los que buscan historias profundas y bien contadas, El buscavidas es una obra imprescindible que sigue cautivando a nuevas generaciones de espectadores.
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