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EL FUGITIVO
En el estado mexicano de Tabasco, el sentimiento anticlerical lleva a un gobierno revolucionario a perseguir a los curas.
Fecha de estreno: 3 de noviembre de 1947
Título original: The Fugitive
Año: 1947
Duración: 104 min.
País: Estados Unidos
Dirección: John Ford
Guion: Dudley Nichols. Novela: Graham Greene
Música: Richard Hageman
Fotografía: Gabriel Figueroa (B&W)
Compañías: Argosy Pictures
Género: Drama | Religión. Histórico. Política
Reparto
Henry Fonda como Sacerdote fugitivo
Dolores del Río como María Dolores
Pedro Armendáriz como Teniente de Policía
J. Carrol Naish como Informante de la policía
Leo Carrillo como Jefe de Policía
Ward Bond como James «El Gringo» Calvario
Robert Armstrong como Sargento de policía
Rodolfo Acosta como Policía (sin acreditar)
Mel Ferrer como Padre Serra (sin acreditar)
Producción
Una coproducción internacional entre Estados Unidos y México. El fugitivo fue filmado en locaciones de Taxco de Alarcón, Cholula, Cuernavaca y los Estudios Churubusco en la Ciudad de México. Fue la primera colaboración entre RKO y la compañía de Ford-Cooper, Argosy Pictures, el acuerdo era para que Argosy produjera tres películas que RKO debería distribuir y compartirían los costos y beneficios al cincuenta por ciento, mientras conservaban el control creativo.
Con la excepción de dos asistentes de dirección y un editor, todo el equipo era mexicano, sobre el cual Ford dijo que corría «codo a codo con los mejores… en Hollywood«.
John Ford fue ayudado por el director mexicano Emilio Fernández, quien se desempeñó como productor asociado de la película. Le presentó a Ford a Dolores del Río, Pedro Armendáriz y al director de fotografía Gabriel Figueroa (todas personas con las que Fernández trabajó anteriormente). Sobre el trabajo de Figueroa, Ford dijo: «Tenía una gran cantidad de fotografía malditamente buena, con esas sombras en blanco y negro, […] Teníamos un buen camarógrafo, Gabriel Figueroa, y esperábamos a que llegara la luz, en lugar de como es hoy en día, donde sin importar la luz, se filma«.
Recepción
Tag Gallagher ha escrito una extensa discusión de la película en su libro, John Ford: The Man and His Films (1986). Resume El fugitivo y su lugar en la carrera de Ford de la siguiente manera: «una vez en México, Ford se deshizo de la mayor parte del guión y, dando permiso a su fantasía, hizo una película de arte muy abstracta. El fugitivo perdió una cantidad considerable de dinero, causó una ruptura entre [el escritor Dudley] Nichols y Ford, y ha planteado problemas incluso para los seguidores más devotos de Ford. Sólo el propio director lo defendió de forma coherente. «Simplemente disfruto mirándolo». «Para mí, fue perfecto». Y en términos de composición, iluminación y edición, El fugitivo puede ser una de las películas más agradables«.
Bret Wood ha escrito: «Ford es mejor recordado hoy en día por sus bulliciosas películas de aventuras, como The Quiet Man (1952), The Searchers (1956) o She Wore a Yellow Ribbon (1949); y por su comportamiento tosco y sin pretensiones, a menudo negando la existencia de un subtexto temático en su trabajo y negándose a discutir sus intenciones artísticas como director. Pero El fugitivo pertenece a una facción anterior y menos conocida de su trabajo, las películas conscientemente «artísticas» que demostraron sus intereses en el expresionismo alemán, la literatura inglesa y la ideología religiosa. Películas como El informante (1935), El prisionero de la isla del tiburón (1936) o El largo viaje a casa (1940), nos recuerdan que bajo el machismo gruñón de Ford había una mente sofisticada y un sentido visual brillante, aunque Ford negaría más tarde ambos dones («Hago westerns» es como solía resumir su carrera). El fugitivo es quizás la última gran ‘película de arte’ de Ford, una muestra de fe de alto nivel, un himno amorosamente elaborado a su propio catolicismo«.
Reconocimientos
La película ganó el premio de la Organización Católica Internacional para el Cine (OCIC), en el Festival de Cine de Venecia en 1948. Según el jurado, se trata de una película «muy capaz de contribuir al renacimiento de los valores morales y espirituales de la humanidad«.
El crítico de OCIC Johanes agregó a esto que El fugitivo «sobresalió en perfección plástica. Por otro lado, su propio exceso de esplendor pictórico fue un defecto de la producción de John Ford-Figueroa. El drama del sacerdote, tal como lo relata Graham Greene, perdió en profundidad lo que ganó en esplendor externo. Todos conocemos la definición de este premio; por la producción que ha hecho la mayor contribución al mejoramiento moral y espiritual de la humanidad. Difiere de los otros premios, que normalmente se otorgan por méritos artísticos. El arte por el arte no es el objeto, sino el arte por el bien del hombre, de todo el hombre, del corazón y del alma. La piadosa torpeza no es el objetivo«.
Información cedida por Santos Téllez Betancourt. https://www.facebook.com/profile.php?id=100090896016578
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