Ver "Tres Padrinos" (1948): una joya del western que emociona y redime

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«Descubre el clásico de John Ford protagonizado por John Wayne, disponible gratis online, y por qué sigue siendo imprescindible»

Introducción

En la edad dorada del cine clásico, pocas películas occidentales logran conjugar de forma tan emotiva los elementos del género —la expansión, la redención y la fraternidad— como lo hace la obra de John Ford, 3 Godfathers (1948), conocida en España como Tres Padrinos. Protagonizada por la legendaria figura de John Wayne junto a Pedro Armendáriz y Harry Carey Jr., esta producción en Technicolor ofrece una fábula dura y tierna, ambientada en el vasto paisaje del desierto occidental y animada por los valores de sacrificio, paternidad y esperanza que trascienden el western tradicional.

Para los amantes del cine clásico y los entusiastas del género, es una oportunidad magnífica poder disfrutarla de forma gratuita en línea, en una web especializada en cine de época. Aquí no sólo repasaremos los datos técnicos, la trama, la producción, las curiosidades y los premios de esta película, sino que explicaremos por qué sigue siendo una obra que merece verse hoy. Con esta guía completa tendrás todo lo que necesitas para adentrarte en esta auténtica gema cinematográfica.

Datos técnicos

Título original: 3 Godfathers
Título en España: Tres Padrinos
Director: John Ford
Guion: Laurence Stallings y Frank S. Nugent, basado en la novela corta de Peter B. Kyne
Productores: John Ford, Merian C. Cooper (Argosy Pictures para MGM)
Fotografía: Winton C. Hoch
Música: Richard Hageman
Duración: 106 minutos
País de origen: Estados Unidos
Año de estreno: 1948 (estreno limitado) / 1949 (estreno general)
Reparto principal:
- John Wayne como Robert Marmaduke Hightower
- Pedro Armendáriz como Pedro “Pete” Encarnación Arango y Rocafuerte
- Harry Carey Jr. como William Kearney “The Abilene Kid”
- Ward Bond como Sheriff Buck Sweet
- Mae Marsh como Mrs. Sweet
- Mildred Natwick como la madre moribunda

Trama

La película arranca con tres forajidos —Robert Hightower, Pedro “Pete” Rocafuerte y William “The Abilene Kid” Kearney— que tras asaltar un banco huyen por el desierto del sudoeste, perseguidos por la ley y asolados por la sed y los elementos. Su huida se convierte en una epopeya cuando, tras perder sus caballos y agua, se topan con una mujer agonizante que acaba de dar a luz. Antes de morir, ella les pide que cuiden de su bebé, al que nombra “Robert William Pedro” en honor a ellos.

Obligados por su promesa, los tres hombres emprenden entonces una travesía implacable hacia el pueblo de Nueva Jerusalén, sorteando tormentas de arena, traiciones del desierto y su propia conciencia. Uno a uno, los compañeros caen víctimas del agotamiento o la herida. Ambos, Pete y “The Abilene Kid”, sucumben antes de lograr la meta.

Finalmente, Robert Hightower, el último en pie, con el bebé a cuestas y bajo una intensa presión moral, alcanza el pueblo justo cuando la ley lo captura. Pero su acto de salvar la vida del niño y cumplir su palabra frente a su pasado criminal redime su figura ante la comunidad. Aunque debe afrontar la justicia, su heroísmo logra cambiar la percepción que los demás tienen de él.

Producción y rodaje

La historia que inspira la película proviene del relato “The Three Godfathers” de Peter B. Kyne, publicado originalmente en 1912. El director John Ford ya había adaptado previamente esta narración en varias ocasiones, lo que otorga a esta versión de 1948 un carácter de culminación de su interés en el tema de los “padrinos” y la redención.

El rodaje se realizó principalmente en exteriores exigentes: zonas áridas del Desierto de la Muerte (Death Valley, California) y las Alabama Hills. Fue también la primera película de Ford rodada en Technicolor, lo cual permitió que los paisajes y la luz desértica tuvieran una presencia visual inédita en su filmografía. Las condiciones fueron duras: John Wayne sufrió una quemadura solar severa durante la filmación y hubo jornadas con temperaturas extremas. Además, la producción fue realizada por la productora Argosy Pictures y distribuida por MGM, en un acuerdo donde Ford mantuvo control creativo total.

Anécdotas y curiosidades

La película está dedicada a la memoria de Harry Carey Sr., actor habitual en la compañía de John Ford, fallecido poco antes del rodaje.
Harry Carey Jr. recordó que Ford le hizo cantar la canción “Streets of Laredo” al bebé-muñeco que usaban en la filmación, para mantener el tono emocional de la escena.
La fotografía de Winton C. Hoch fue ampliamente elogiada por su tratamiento del color y la luz, con escenas del desierto consideradas entre las más bellas del cine de Ford.
Existen versiones anteriores de esta historia filmadas en 1916, 1919, 1930 y 1936, pero la de 1948 es la más recordada y la única rodada en color.
En algunos países latinoamericanos se estrenó con el título Tres Hijos del Diablo.

Premios y reconocimientos

Aunque Tres Padrinos no obtuvo premios de la Academia, su valor artístico ha sido reconocido por críticos y estudiosos del western clásico. Su equilibrio entre acción, emoción y moralidad ha hecho que sea considerada una de las obras más humanas de John Ford. Con el paso del tiempo, su fotografía y su tono casi navideño —al situarse parte de la historia en ese contexto— le han otorgado un carácter entrañable y perdurable.

Conclusión y por qué verla

En definitiva, Tres Padrinos (1948) es mucho más que un simple western: es una fábula sobre el compromiso, la redención y la fraternidad en medio de un paisaje implacable. La conjunción del talento de John Ford, la presencia imponente de John Wayne, la fotografía de Hoch y la ambientación a color la convierten en una experiencia cinematográfica completa.

El motivo por el que debes verla hoy es doble: primero, porque representa uno de los ejemplos más emotivos del cine de Ford, donde la acción del oeste se trasciende hacia una reflexión moral; segundo, porque está disponible gratis online en esta web de cine clásico, lo que te permite acceder sin coste a un título de calidad que merece redescubrirse.

Si buscas una película que combine paisajes en Technicolor, drama humano y una narrativa que va más allá del tiroteo, Tres Padrinos es esa joya escondida del western que necesitas ver.