IRMA LA DULCE
IRMA LA DULCE (1963), de Billy Wilder. Con Shirley MacLaine, Jack Lemmon, Lou Jacobi, Bruce Yarnell, Herschel Bernardi, Hope Holiday y Bill Bixby.
«Irma la Dulce» cuenta la historia de Néstor Patou (Jack Lemmon), un gendarme parisino inocente e idealista trasladado desde el Bois de Boulogne al barrio de Les Halles. Junto al mercado central de París, la calle Casanova está llena de prostitutas que trabajan en el Hotel Casanova.
En medio de una redada, uno de los clientes detenidos resulta ser el inspector Lefevre, superior de Néstor; él y el resto de los gendarmes estaban al tanto de la prostitución, pero la toleraban a cambio de dinero. El inspector consigue que Néstor sea despedido.
Expulsado del cuerpo de policía y humillado, nuestro protagonista se encuentra dando vueltas por el mismo barrio en que terminó su carrera en la gendarmería, y acaba en la taberna Chez Moustache, un lugar de descanso de las prostitutas y sus chulos.
IRMA LA DULCE
En medio de una mala racha, Néstor traba amistad con Irma la Dulce (Shirley MacLaine). Irma es una popular prostituta, y con el propietario, un hombre conocido simplemente como «Moustache” (Lou Jacobi), que aparentemente es un simple camarero pero que a menudo cuenta historias sobre su vida anterior al bar, en las que presume de haber sido, entre muchas otras cosas, profesor de economía en la Sorbonne o tocólogo en el África Ecuatorial, y siempre termina su narración diciendo “… pero esa es otra historia”. Tras defender a Irma en un altercado con su chulo, Hippolyte, Néstor se traslada a vivir con ella…
Billy Wilder adaptó el homónimo musical de Broadway pero lo convirtió en una comedia sin canciones, aunque nunca pierde su espíritu musical gracias a la magistral adaptación de la banda sonora realizada por André Previn, que le valió un merecido Oscar, tras haberlo logrado por «Gigi» (1958) y «Porgy y Bess» (1959). Al año siguiente de «Irma la dulce» conseguiría su cuarto Oscar por su impresionante adaptación de «My Fair Lady» (1964).
Respecto a la inolvidable pareja protagonista, Lemmon y MacLaine, volvieron a triunfar absolutamente gracias a la enorme química que tenían como ya demostraron sobradamente en la mitica «El Apartamento«, con lo que fue un gran acierto del maestro Wilder volver a reunirlos. Del resto del reparto destaca un inolvidable Lou Jacobi como Moustache y sus peculiares historias.
Sin lugar a dudas estamos ante otra obra maestra del siempre genial Billy Wilder, que dominaba la comedia como nadie, habiéndonos dejado también como legado inolvidables dramas como «Días sin huella» o «El crepúsculo de los dioses«, entre otras.
En definitiva, estamos ante una de esas comedias inolvidables que es una verdadera joya, para volver a disfrutar una y otra vez.
Reseña escrita y cedida por Alfonso Torres Gallego
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