«Del expresionismo alemán al cine negro de Hollywood: la trayectoria de un autor que luchó contra el destino»
Introducción
Friedrich Christian Anton Lang, conocido universalmente como Fritz Lang, nació en Viena el 5 de diciembre de 1890 y murió en Los Ángeles el 2 de agosto de 1976. Director, guionista y productor de cine, es considerado uno de los padres del expresionismo alemán y una figura decisiva en el desarrollo del cine noir. Sus películas se caracterizan por una intensa preocupación por el destino, la culpa y la lucha contra las fuerzas de control, plasmadas a través de composiciones visuales minuciosas y un uso expresivo de la iluminación.
A lo largo de cinco décadas, Lang construyó una filmografía que abarca mitos germánicos, intrigas criminales, ciencia ficción futurista y dramas psicológicos. Desde las epopeyas mudas como Destiny y Die Nibelungen hasta obras maestras del sonoro como M y su etapa estadounidense con filmes como Furia o The Big Heat, el cine de Lang ha influido en generaciones de realizadores y sigue siendo objeto de estudios e homenajes.
Juventud y primeras obras en Alemania
Lang provenía de una familia burguesa vienesa. Su padre era diseñador y contratista (Baumeister) y su madre, de origen judío convertida al catolicismo, lo educó en esa fe. Inició estudios de ingeniería civil en Viena, pero pronto los abandonó para dedicarse a la pintura y al arte, viajando por África, Asia y el Pacífico. Durante la Primera Guerra Mundial se enroló en el ejército austríaco y resultó herido en varias ocasiones, perdiendo la visión de un ojo. Durante su convalecencia comenzó a escribir guiones y, tras la guerra, se trasladó a Berlín, donde colaboró como guionista para el productor Joe May.
En la república de Weimar, Lang encontró un terreno fértil para su creatividad. Con la colaboración de su esposa y guionista Thea von Harbou, se consolidó como uno de los realizadores más importantes de Alemania. Entre sus primeras películas se encuentran Destiny (Der müde Tod, 1921) y Dr. Mabuse, der Spieler (1922), un retrato de la criminalidad moderna. En 1924 estrenó la monumental Die Nibelungen, adaptación épica del poema germánico que se proyectó en dos partes.
El proyecto más ambicioso de su etapa alemana fue Metropolis (1927), una obra de ciencia ficción que recrea una ciudad futurista dividida entre una élite indolente y una clase obrera explotada. La película, que exigió enormes recursos de la UFA y casi llevó a la ruina al estudio, destacó por sus innovadores efectos especiales y sus decorados monumentales. Tras el fracaso financiero de Metropolis, Lang produjo Spione (1928) de forma independiente y se adentró de nuevo en la ciencia ficción con Frau im Mond (1929), una historia de viajes espaciales sin música.
En 1931 dirigió M, su primer largometraje sonoro. Inspirado en un caso real de asesinato de niños, la película está protagonizada por Peter Lorre y combina la atmósfera opresiva del expresionismo con un realismo escalofriante. M se considera una obra maestra del cine mundial y la preferida del propio Lang. Al año siguiente rodó Das Testament des Dr. Mabuse (1933), secuela del film de 1922. Esta película, concebida como una crítica velada al ascenso del nazismo, fue prohibida por el ministro de Propaganda Joseph Goebbels, quien incluso ofreció a Lang un cargo en la UFA. Temiendo por su seguridad, y siendo de ascendencia judía, Lang abandonó Alemania y se instaló brevemente en París antes de emigrar a Estados Unidos.
Emigración y carrera en Hollywood
El periodo estadounidense de Lang comenzó con Furia (1936), un drama sobre linchamientos que presentó una de las denuncias más corrosivas del populismo estadounidense. Le siguieron You Only Live Once (1937) y You and Me (1938), películas que abordaban problemas sociales de la época. Durante la Segunda Guerra Mundial dirigió thrillers anti?nazis como Man Hunt (1941), Hangmen Also Die! (1943), Ministry of Fear (1944) y Cloak and Dagger (1946), donde combinaba suspenso y propaganda.
En los años cuarenta y cincuenta se adentró en el cine negro con títulos como La Mujer del Cuadro (1944), Scarlet Street (1945), Secret Beyond the Door (1948), The Big Heat (1953) y While the City Sleeps (1956). Estas obras exploran la corrupción moral, la violencia y la culpa en la América de posguerra y se consideran piezas fundamentales del noir estadounidense. Lang también experimentó con otros géneros: el western (Rancho Notorious, 1952), la aventura gótica (House by the River, 1950), el melodrama exótico (Moonfleet, 1955) y el drama judicial (Beyond a Reasonable Doubt, 1956).
Lang era conocido por su perfeccionismo obsesivo y su carácter autoritario en el set. Según un artículo del Harvard Film Archive, muchos colaboradores criticaron su comportamiento, pero ese control absoluto sobre la puesta en escena le permitió crear imágenes llenas de significado y establecer un mundo cinematográfico regido por la necesidad y el destino. Su cine se caracteriza por composiciones arquitectónicas, manejo de sombras y un tono fatalista que inspiraría a directores de la nouvelle vague, quienes veían en él la encarnación del «autor» cinematográfico.
Regreso a Alemania y últimas películas
A finales de los años cincuenta Lang regresó a Europa. En Alemania rodó la adaptación de la novela Das Indische Grabmal de Thea von Harbou en dos partes: Der Tiger von Eschnapur y Das Indische Grabmal (1959). Estas aventuras orientales retomaban la estética de sus inicios y fueron un éxito comercial. Su último largometraje fue Die Tausend Augen des Dr. Mabuse (The Thousand Eyes of Dr. Mabuse, 1960), que cerró la saga iniciada en 1922 y exploró temas de vigilancia y paranoia contemporáneos. Tras este film, Lang se retiró del cine, aunque colaboró como actor en algunos proyectos y participó en documentales.
Estilo y legado
La obra de Fritz Lang se caracteriza por una visión sombría del mundo y una obsesión por la fatalidad. Sus películas suelen presentar personajes atrapados por fuerzas superiores —la sociedad, el azar o su propia culpa— que los arrastran hacia un destino inexorable. Las composiciones geométricas y el uso expresivo de la iluminación crean espacios opresivos donde la arquitectura refleja el estado interior de los personajes.
Según el ensayo del Harvard Film Archive, el estilo de Lang se nutre de la arquitectura y de un control riguroso del encuadre; su interés se centra en “revelar la auténtica fuerza de las formas”. Esta preocupación formal, unida a su crítica al poder y su exploración de la psicología criminal, inspiró a cineastas franceses como Rivette y Rohmer, quienes vieron en él la figura del autor cinematográfico por excelencia. En una entrevista con críticos de Cahiers du Cinéma, Lang reconocía que su cine trataba del «combate contra el destino» y que lo importante era luchar, no necesariamente alcanzar la meta.
El legado de Lang se extiende desde el expresionismo alemán hasta el cine negro y el thriller moderno. Películas como Metropolis y M siguen siendo referentes visuales y narrativos; la imagen del robot de Metropolis ha influido en la ciencia ficción de múltiples décadas, mientras que M inauguró el subgénero del asesino en serie y consolidó el uso del sonido como elemento dramático. Su obra ha sido reeditada en restauraciones y programas especiales —como la retrospectiva The Complete Fritz Lang del Harvard Film Archive— que permiten apreciar la vigencia de su talento.
Conclusión
Fritz Lang fue uno de los cineastas más innovadores y complejos del siglo XX. Su carrera abarcó los primeros pasos del cine mudo, el advenimiento del sonoro, el auge del expresionismo alemán, el cine de propaganda, el noir y el thriller psicológico. Desde sus comienzos como pintor y guionista hasta su consagración en Hollywood, su cine se mantuvo fiel a una visión pesimista y fascinante del ser humano. Para los amantes del cine clásico, explorar la filmografía de Lang es descubrir una obra rica en símbolos, tensión y reflexión sobre el poder, la culpa y el destino.
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